Eso es lo que siento que estoy haciendo en estos momentos de mi vida: aprender a vivir, que hacía tiempo que lo había olvidado.
Después de muchos años dormido, viviendo en lo que yo llamo una “ilusión mental”, dominado por mi ego, sobreviviendo en medio de un mar de sufrimiento, insatisfacción, prisas, estrés y ansiedad, por fin voy abriendo los ojos.
Ahora que voy despertando a la realidad, quiero compartirlo, ya que creo que es la mayor aportación que puedo hacerte a ti y a la humanidad.
Quiero acompañarte en tu proceso de despertar, para que descubras quién eres y para qué estás aquí.
Quiero que vuelvas a encontrarle sentido a tu vida y descubras tu grandeza.
Déjame que te cuente mi camino por si te puede servir de inspiración para recorrer el tuyo.
Tabla de contenidos
Un niño alegre que se fue apagando
Recuerdo mi experiencia vital cuando era niño y se me saltan las lágrimas de emoción.
Si tuviera que elegir una expresión que me definiera durante mis primeros años sería esta: “pura vida en movimiento”.
De hecho, mis padres me llamaban “Chispita”, porque realmente era una chispa de pura vida.
Era un niño juguetón, extrovertido, alegre, curioso a rabiar y lleno de vida.
Me encantaba vivir.
Disfrutaba como un enano en el cole, jugando en la calle con los amigos, comprando fruta con mi madre en el supermercado o yendo al fútbol con mi padre.
Me daba igual lo que hiciera, la vida en si misma, me parecía una auténtica aventura.
Con el paso de los años y sin saber muy bien porqué, me fui apagando. Fui perdiendo la chispa.
No entendía la forma de ver la vida de los adultos. Sentía que yo no encajaba en esta vida.
No entendía esa búsqueda constante y ansiosa de algo más que los completara, de algo más que le diera sentido a sus vidas.
¿Qué estaban buscando?
Quizás un nuevo coche, una pareja más guapa, otro empleo donde ganaran más dinero…
¿Cuándo se terminaría esa lista incesante de cosas?
¿Qué les pasa? ¿Por qué nunca están satisfechos?
No entendía nada.
Yo ya sentía esa alegría innata dentro de mi por el simple hecho de estar vivo.
Me sentía tremendamente vivo, libre y capaz de todo.
No tenía límites.
Me sentía feliz y agradecido a la vida por el hecho de existir.
No me preocupaba lo que pasara mañana, estaba demasiado ocupado viviendo este momento.
¿Porqué había que posponer la felicidad siempre a un momento futuro y a conseguir u obtener algo?
Un joven con “todo” y tremendamente infeliz
Sin embargo, con el paso de los años caí en la trampa.
Empezaron los condicionamientos.
Me dijeron que la vida no era tan fácil como yo la veía, que era muy inocente y que la vida de adulto era dura.
Y yo me lo creí…
Me dijeron que tenía que estudiar duro, ir a la universidad, buscar pareja, trabajar muchas horas en algo que aunque no me gustara, ganara mucho dinero, comprarme una casa… y así una lista interminable para algún día poder ser feliz.
Me dijeron que eso era la vida, que en eso consistía la felicidad.
No entendía nada pero como buen chico aplicado que quería “ser alguien”, no decepcionar a mis padres y ser aceptado por los demás, pues accedí a todas esas peticiones.
Eso me hizo pensar que la felicidad era algo externo a mí, que debía perseguir y luchar por conseguir.
A raíz de ahí comencé una búsqueda incesante para intentar encontrar “eso” que yo ya había sentido cuando era pequeño dentro de mí.
Durante muchos años trabajé muy duro para conseguir todos esos objetivos externos y encajar en el molde establecido por la sociedad.
Un gran currículum y más perdido que el barco del arroz
A la edad de 23 años tenía una carrera universitaria, varios másteres, título oficial de Inglés, coche, moto, trabajo, pareja, gran cantidad de amigos…en general, vivía lo que podemos llamar una vida ideal según los cánones establecidos por la sociedad.
Había “conseguido” prácticamente todo lo que se supone que se debe conseguir a esa edad pero sin embargo había perdido lo más importante a lo largo del camino: me había perdido a mi mismo.
Había dejado de ser yo mismo para intentar ser lo que los demás querían que yo fuese.
Había dejado de escuchar mi voz interna, mi intuición, la voz de mi alma para seguir todas esas falsas creencias mentales que había incorporado del exterior.
Tenía 23 años y me sentía más vacío y perdido que nunca.
Me sentía esclavo de una vida que yo no quería vivir.
Sensaciones de agobio, estrés y ansiedad me acompañaban a todos sitios.
Me sentía engañado y estaba enfadado con la vida.
¿Y ahora qué cojones más tenía que hacer? ¿Qué más tenía que conseguir?
Estaba agotado, mis exigencias mentales eran interminables.
No le encontraba sentido a la vida.
Si la vida consistía en eso, no me quedaba muy claro que yo quisiera seguir viviendo.
Si con 23 años, en plena juventud y teniéndolo prácticamente todo, me sentía así, ¿cómo me iba a sentir con 40, 50 o 70 años?
No podía seguir viviendo así.
En ese momento me di cuenta que necesitaba un cambio y además debía ser profundo, pero no tenía ni puñetera idea por dónde empezar ni qué hacer.
Seguí probando con diferentes trabajos, parejas, amigos…pero nada. El sufrimiento iba en aumento y esa sensación de vacío se negaba a desaparecer.
El punto clave: la saturación de sufrimiento
Fui acumulando tal cantidad de sufrimiento y desesperación que llegó un momento que no podía más.
Me sentía completamente bloqueado, en estado de shock y le tenía miedo a la vida.
Me sentía tan perdido y abatido que no tuve más remedio que rendirme.
Tuve que parar, dejarlo todo por un tiempo y reconocer que no sabía vivir.
Reconocer mi ignorancia y tener la humildad de abrirme a que todo lo que “pensaba” que sabía sobre la vida era totalmente falso.
Era solo mi opinión, mi punto de vista,
Ese punto de vista venía determinado por el filtro de mis creencias, formadas en base a mi pasado.
Pero no era la verdad.
Empecé a cuestionármelo absolutamente todo.
Quería saber quién era yo y que carajos hacía por aquí.
Dejé de buscar respuestas fuera para empezar a buscar en mi interior.
Pero sobre todo tomé una firme decisión: la decisión de hacerme responsable de mi vida y dejar de mirar hacia fuera para culpar.
El hecho de sentirme perdido y como una marioneta en la vida, ya me había dolido bastante.
Ya me había quejado lo suficiente y no soportaba ninguna excusa más, quería recuperar mi poder y el control sobre mi vida.
Ahí empecé un proceso de introspección en búsqueda de sentido.
Azotado por una fuerte crisis existencial le pedí a Dios, a la vida, al Universo y hasta a las palomas del parque que me ayudaran, que me enseñaran a vivir.
Sabía que tenía un regalo maravilloso llamado vida y sin embargo no estaba aprovechándolo.
Tras mucho sufrimiento y varias crisis a lo largo del camino, la vida me ha ido recordando que todo lo que buscaba fuera se encuentra en mi interior.
Empezando a abrir los ojos, empezando a vivir
El camino de despertar no me está resultando nada fácil pero está siendo una auténtica liberación y una bendición.
Un camino de descubrimiento constante a una realidad que siempre ha estado ahí pero que nunca había visto por las interferencias de mi mente.
Dicen que cuando el alumno está preparado llega el maestro.
Desde que me di cuenta que no tenía ni pajotera idea de como se vive y decidí entregarme a la vida y confiar, no han parado de aparecer maestros en forma de libros, herramientas (como el yoga o la meditación), seminarios, eventos, experiencias, personas que se cruzan en mi camino…
¡La vida no para de enviarme señales de todo tipo que me indican el camino!
Sé que todo esto suena un poco extraño y difícil de creer, te entiendo perfectamente. Hace unos años todo esto del crecimiento personal y espiritual me sonaba a cuento chino y no me creía absolutamente nada.
Sin embargo, a día de hoy, es aquí donde estoy encontrando respuesta a todas mis preguntas.
Hace poco tiempo descubrí que el intenso proceso de introspección que estoy viviendo, me está llevando a algo que llaman despertar.
Me dan igual las palabras, lo único que sé es que yo lo estoy viviendo como si estuviera naciendo de nuevo a la vida, después de muchos años dormido.
Te aseguro que cuando pides algo con el corazón, la vida te escucha y te responde, pero tienes que estar abierto a recibirlo, aunque eso cuestione todo tu sistema de creencias actual.
Yo le pedí con toda mi alma que por favor me enseñara a vivir, me enseñara a valorar el regalo de la vida.
A día de hoy me siento muy agradecido por tener la oportunidad de vivir.
Vivo con mis padres, no tengo pareja, tengo el mismo coche que hace 15 años, apenas tengo ingresos…sin embargo la alegría y la paz interior se han instalado en mi día a día.
Esto me ha hecho experimentar en mi propia vida, que la felicidad no depende de lo que tienes sino de lo que eres.
“La felicidad es un estado mental, un estado de conciencia” Clic para tuitearEstoy empezando a reconocer la abundancia infinita que hay en mi interior y sé que eso, más temprano que tarde, se verá reflejado en el exterior.
Al final, la vida es solo un reflejo de nuestro estado interno.
Me levanto cada mañana lleno de gratitud por poder ver el sol un día más, disfruto de las pequeñas cosas y en muchas ocasiones siento una alegría inexplicable por el simple hecho de existir, de estar vivo.
“Estoy volviendo a recuperar la ilusión de ese niño que se emocionaba con la vida a cada instante” Clic para tuitearEso no significa que ya no tenga dificultades, por supuesto que sí, pero la vida me ha enseñado que detrás de los mayores desafíos, detrás de los mayores obstáculos, se esconden las mejores bendiciones, los aprendizajes más grandes.
Eso ha cambiado por completo mi forma de ver las cosas.
En muchos momentos siento miedo, pero detrás de ese miedo hay una fuerza más grande que me empuja a seguir, esa fuerza es el amor.
Ahora ya sé que las tormentas no vienen para perturbar mi vida sino para limpiar el camino.
“Ahora sé que la vida siempre está conmigo y nunca contra mí” Clic para tuitear
Caminando y descubriendo
A modo de metáfora, podemos decir que tienes que tener un guardián a las puertas de tu mente para que no se cuele aquello que no deseas. Ese guardián es tu conciencia.
He tenido que reconocer la locura e ignorancia que habita en mi mente y el sufrimiento que me estaba provocando seguir las mentiras que tenía ahí grabadas (creencias limitantes).
Es necesario que despertemos para dejar de seguir nuestro sistema de creencias obsoleto y egótico y descubrir la verdad.
“Si tu sistema de creencias te limita y te hace sufrir, date cuenta que no es la verdad, es solo un conjunto de pensamientos equivocados” Clic para tuitearY recuerda, la verdad te hace libre.
Nos estamos cargando el planeta y destruyendo a nosotros mismos, tratando de imponer la voluntad de nuestra mente condicionada a la voluntad de la vida.
“No podemos ser libres si somos esclavos de un sistema de creencias y un programa mental que nos lleva a la autodestrucción y al miedo” Clic para tuitearDebemos aumentar nuestro nivel de conciencia para soltar todo aquello que nos limita y darnos cuenta que no somos eso.
Debemos despertar del sueño.
“La vida si tiene sentido. Lo que no tiene sentido es nuestra forma de vivirla” Clic para tuitearHe descubierto que una vida libre, plena y llena de sentido es posible pero para ello debes despertar y vivir aquí y ahora.
Conforme voy despertando mi conciencia, abrazando el momento presente y dejando ir todas esas falsas creencias que hay en mi mente, se va abriendo en mi vida un campo de infinitas posibilidades.
Este proceso es un camino que dura toda la vida pero estoy dispuesto a recorrerlo, a seguir descubriendo y descubriéndome, abrazando la experiencia de la vida a cada instante.
Conclusiones
Espero de corazón que mi propio proceso te sirva de inspiración para que tú recorras tu camino.
Te cuento todo esto, no porque mi historia de vida sea muy interesante, sino para que veas que yo también he pasado por momentos donde no le encontraba sentido a la vida, y sin embargo, esos momentos jodidos los he usado para empezar a abrir los ojos y a día de hoy poder reconocer que aunque la vida no siempre sea fácil, es una experiencia maravillosa.
Te invito a que dejes de seguir a tu mente de mono y te permitas momentos de silencio y quietud en tu vida para que una voz más sutil te hable.
La mente hace mucho ruido y solo conoce el idioma de la preocupación y el miedo.
El alma habla bajito y solo conoce el lenguaje del amor, la confianza y el progreso.
Cada vez que vayas a actuar pregúntate si lo estás haciendo desde el amor o desde el miedo.
Y decide siempre desde el amor.
Suelta y confía compañero, te aseguro que la vida es una experiencia maravillosa, digna de ser vivida.
Pide lo que deseas, abraza el momento presente, ten fe y camina desde el amor.
Gracias por existir.
Hola Jose, La verdad que al leerte me remonte a mi infancia y te juro que muchas veces me he preguntado que pasó con ese niño feliz que era, donde me perdí, cuando tome este camino de no sentirme yo mismo.
Hola Julio,
Nos perdemos cuando dejamos de ser nosotros mismos para empezar a ser lo que los demás quieren que seamos.
No importa en que momento te perdiste. Lo que importa es que siempre puedes volver a encontrarte AHORA, en este momento y volver a ser quien realmente eres.
Ese niño feliz que eras, sigue estando dentro de ti, solo que seguramente esté oculto bajo capas y capas que te has ido poniendo a lo largo de tu vida, por miedo a mostrarte tal y como eres, por miedo al rechazo.
Por ello digo que el despertar es más bien un proceso de desaprendizaje y de dejar ir todo aquello que no te define, para que pueda brillar a través de ti la luz y el amor que realmente eres.
Gracias por comentar.
Gracias, gracias y gracias, es reparador y esperanzador leer tus artículos, pero, ¿y si no sé lo que es el amor?, intento desesperadamente hacerme un hueco en este mundo pero no encuentro nada, ni nadie, ni motivos por los que levantarme a pesar de un cambio de vida drástico y al leerte siento que no sé lo que es el amor…¿hay esperanza?
Hola Maria,
De nada 🙂
El amor es lo que tú realmente eres.
Si no sabes lo que es el amor, no pasa absolutamente nada.
Yo tampoco sé definirlo con palabras, no sé explicarlo.
No trates de entender con la mente algo que solo se puede sentir con el corazón.
Por si te puede servir, yo sólo sé que cuando dejo de interpretar la vida, cuando dejo de ponerle condiciones, cuando dejo de rechazar este momento y de intentar que las cosas sean como yo pienso que deben ser y reconozco mi ignorancia, entonces me abro a agradecer y experimentar este momento tal y como es y eso me lleva a una ausencia de miedo, una paz interior y una unidad con todo. A eso lo llamo amor.
Ábrete a vivir en el presente y a darle la bienvenida a lo que sea que sientas en estos momentos, sin etiquetarlo ni rechazarlo.
Deja de buscar qué es el amor y permite que el amor te encuentre.
Te mando un fuerte abrazo
Hola José! Como entiendo todo este tu proceso de vida y despertar al que llamas “diario de un alma vagabunda”! Cómo me resuena eso de “tenerle miedo a la vida” cuando estás sumergido en ese pozo de creencias mal comparadas que nos limitan! Cómo esa vida donde tienes todo lo que se supone “hay que tener” te quita lo más importante que es nuestra esencia dándole la espalda a nuestro ser! Cómo estoy tan en este momento de acuerdo contigo en elevar nuestro estado de conciencia para vivir desde aquí, desde el ser y no desde el hacer y tener. Cómo te comprendo. Gracias por escribir también mi propio proceso a través tuyo y poder leerlo. Yo no lo hubiero descrito con tanta precisión. Y qué maravilla vivir despierto, sonriendo por ver un simple reflejo del sol en el mar, una gaviota volando en su lucha contra el viento y sobre todo, Confiar desde esta posición en la vida, caminando con ella que no en contra de ella como antes.
Hola Claudia!!
Que alegría tenerte por aquí amiga 🙂
Mil gracias por pasarte a comentar!
Seguimos descubriendo, caminando y compartiendo, confiando siempre en la vida.
Un fuerte abrazo!
Hola José, gracias por trasladarnos aunque sea por escrito esa esperanza y alegria de vivir.
Gracias de corazon
Hola Javier,
Gracias, gracias, gracias.
Dicen que las alegrías compartidas se multiplican, ojalá que así sea.
Un abrazote muy grande
Hola JOSE, qué delicia leerte!!!
Doy gracias al Universo por haber puesto tus posts en mi camino.
Decirte que yo también llevo un tiempo disfrutando de este proceso de despertar y de toma de consciencia y no puedo sentirme más identificada con todo lo que escribes.
Posees una habilidad muy especial para escribir, explicar y desarrollar este complejo proceso a la perfección. A mí también me llegan esas “visiones” de madrugada y se me ha agudizado infinitamente mi intuición, pero creo que nunca habría sido capaz de explicar de esta manera sublime este proceso tan complejo.
Por otro lado decirte que quizás lo que más me está costando es tener una autoestima inquebrantable, y que me ha encantado leer tu post sobre ello. ¡¡Me está ayudando bastante!!
Por cierto, crees en la numerología y los números maestro? Siento mucha curiosidad por conocer tu fecha de nacimiento, quizás podrías ser uno de éstos
Hola Yasmina!
Muchísimas gracias por tus palabras amiga. No sabes lo que me alegra saber que lo que escribo os sirve de aliento en vuestro camino 😊🙏.
Conozco muy poco acerca de la numerología. Mi fecha de nacimiento es el 8 de Mayo de 1985. Si sabes algo de su significado coméntamelo por aquí 😊 y así aprendo algo nuevo.
Mil gracias y un fuerte abrazo.
Seguimos caminando!
Te leo y me veo reflejada completamente en cada frase, en cada palabra… Es difícil llegar aquí, pero es tan sumamente bonito cuando fluyes con la vida y olvidas todas esas obligaciones sociales adquiridas. Valoras más quién eres, sientes a la gente de verdad y ves que lo material solo es eso, materia.
Me lleve mucho tiempo pérdida, porque al final tu mente busca la estabilidad socialmente aceptada, y es una lucha interna entre los deseos de tu alma y tú conciencia medio dormida.
Cada día me doy cuenta que voy soltando capas de mi yo pasado y despertando a esa niña interior, que sentia con emoción la vida.
No sabes lo que me alegró leerte y ver que hay gente por el mundo que siente lo mismo, porque al final, aunque yo estoy en este punto, la gente de mi alrededor sigue en ese vínculo social y, cuando sientes tanto amor y libertad quieres gritarlo a los 4 vientos y hacer que todos puedan sentirlo, pero es muy difícil, porque es algo que deben hacer ellos mismos.
Y en parte, es algo precioso, pero un poco solitario, porque la gente no entiende que tú cambies tan radicalmente, y obviamente (ni lo he intentado) me pondrían de loca si les dijera como me siento y todo lo que estoy viviendo.
Por eso, gracias, muchas gracias, porque es muy gratificante sentirte conectada a una persona que te entiende y comparte las misma experiencias. Me has hecho sentir más plena y alegre con tu experiencia😊 muchas gracias.
Hola Niky!
Mil gracias por compartir todo esto y por la honestidad que reflejan tus palabras.
Estamos juntos en todo esto amiga. Seguimos caminando.
Un abrazote enorme de otro loco, desde lo más profundo de mi corazón.
Gracias por tu valentía de recorrer este camino.